Formación Profesional Dual

La Formación Dual consolida un espacio de cooperación concreta y mutuamente beneficiosa: 

• Para las empresas alemanas y binacionales, es una vía para asegurar talento calificado, formado bajo estándares internacionales. 
• Para los jóvenes colombianos, es una oportunidad de acceder a educación técnica de calidad con alta inserción laboral (Michael Page, 2024). 
• Para las instituciones educativas y gobiernos locales, es una herramienta para cerrar brechas entre formación y mercado. 
• Además, refuerza los lazos culturales, económicos y académicos entre ambos países a través de un modelo probado y adaptable. 

La Formación Profesional Dual representa una apuesta estructural por la competitividad y la equidad. Es una respuesta concreta a desafíos históricos como: 

• El desempleo juvenil, al conectar la educación con el mundo productivo. 
• La desconexión entre formación y necesidades del mercado laboral, en un contexto donde más del 60% de las vacantes en el país requieren perfiles técnicos o tecnológicos (Ahora Mundo, 2024). 
• La desigualdad territorial, al llegar a regiones con oportunidades limitadas. 
• La necesidad de fortalecer la educación técnica, en un país que demandará más de 162.000 profesionales técnicos en sectores clave como tecnología para 2025 (El Tiempo, 2024). 

Además, posiciona a Colombia como un país pionero en América Latina en implementar un modelo de calidad internacional, construido sobre cooperación, pertinencia y sostenibilidad. 

• Talento calificado a la medida: Los aprendices se forman con base en las necesidades específicas de los procesos, tecnologías y cultura de cada empresa. 
• Respuesta oportuna y en el menor tiempo posible a las necesidades del mercado laboral: La estructura flexible del modelo permite ajustar perfiles formativos de manera ágil frente a la evolución del sector productivo. 
• Reducción de costos de selección y rotación: La formación progresiva en el entorno laboral favorece la retención del talento joven con altos niveles de fidelización. 
• Incremento en la productividad: Los aprendices aportan valor desde etapas tempranas, integrándose de forma eficiente al flujo de trabajo. 
• Reconocimiento institucional y posicionamiento como empleador formador: Participar en el modelo dual fortalece la marca empleadora y el compromiso social empresarial. 
• Acompañamiento técnico de AHK Colombia: Soporte en la implementación, formación de tutores empresariales, monitoreo de calidad, respaldo metodológico durante todo el proceso, examinación y certificación internacional. 

• Formación integral en ambientes reales: Combinan aprendizaje teórico en instituciones educativas con práctica sistemática en empresas desde el inicio del programa. 
• Alta empleabilidad: Más del 85 % de los egresados duales acceden a oportunidades laborales al finalizar su formación. 
• Certificación reconocida nacional e internacionalmente: Título académico complementado con certificación AHK, con respaldo internacional. 
• Apoyo económico durante la formación: Posibilidad de recibir auxilios o compensaciones económicas por su actividad en la empresa. 
• Desarrollo de habilidades técnicas y socioemocionales: Adquieren competencias profesionales, responsabilidad, autonomía, pensamiento crítico y trabajo en equipo. 

• Reducción del desempleo juvenil: El modelo conecta la educación técnica con oportunidades reales y sostenibles de empleo. 
• Fortalecimiento del sistema de formación técnica y tecnológica: Promueve programas pertinentes, de calidad y ajustados a estándares internacionales. 
• Impulso al desarrollo territorial con enfoque de equidad: Facilita el acceso a educación y empleo formal en regiones con baja cobertura de formación superior. 
• Modernización del aparato productivo: Al integrar talento cualificado en sectores clave, se eleva la competitividad nacional. 
• Anticipación a tendencias globales: Colombia responde a una necesidad mundial, similar a la que hoy enfrentan países como Alemania, con escasez creciente de profesionales técnicos.